Poesía para todas las madres.




Poesía  a las madres en su día.

29 de Abril del 2010.



















Madre,
tú que estás tan cerca de Dios
que tienes su gracia concedida,
pídele a Él, tanto amor para tus hijos
como el que quiero darte yo.

Porque madre,
tu eres símbolo de amor enardecido
coronando a tus hijos con tus brazos,
con corona de laureles como lazos
haciéndoles reyes por los siglos

Madre,
tus vástagos unidos a la ardiente llama
de tu amor elevado al cielo, inflama
la luz de tu corona, como reina
de la tierra que nos cría y llama;
porque madre, tu eres mi estrella,
la luz que ilumina mi alma.

Madre,
todos buscamos el calor de tu luz
para nuestros cuerpos ateridos,
porque queremos llevar encendidos
nuestros corazones con tu amor.

Jecego.

Este poema ya lo ha publicado Náyade-


Atlético de Madrid.

Poesía para el Atlético de Madrid.

(España agradece tu hazaña)


Felicidades amigos atléticos
que con la bandera de España
como insignia,
lograron una victoria que envidian
los madridistas y los culés.


Gracias por su trabajo de obreros
honrados defensores de su empresa,
que hicieron la sutil proeza
de ganar al extranjero;


en contra tenemos los grandes
los que tienen mucho dinero,
que se recrean en el campo
haciendo alardes de marrulleros;

sin pensar que sus socios
los que les pagan el sueldo
sufren en las gradas
viendo ganar al extranjero:


Se ensañan con el pequeño
al que golean a veces,
pero los alcorconeses
supieron enseñar sus huevos;
para decirles a los merengues
que tendrían que freírlos primero
porque se hacen indigestos
tragárselos enteros.


Y los culés quedaron sentados
en aquellos muros viejos,
con toda su arrogancia en los labios
contando su dinero;
que suman a su balón de oro
a la belleza de su juego,
a las botas de colores
y la grandeza de su ego;


pero les faltó la bandera de España
con sus colores rojo y amarillo,
que es la que abre el camino
a las puertas extrañas;
con goles de victoria
haciendo bueno su juego.


Más de setenta goles en una liga
para cada uno de los dos punteros,
pero en la medianía hay equipos
que los marcan dobles y llegan más lejos.


Gracias Atlético de Madrid
por darle una alegría a España.


Jecego.


Yo soy mi destimo.


















Mi cuerpo recorre los caminos
que fueron mis senderos viejos,
buscando los recuerdos olvidados
en mis andares eternos;
confundidos con mis cantares
mis palabras y mis sueños.


Las piedras me miran al pasar
en un lenguaje que comprendo,
porque ellas son también ejemplar
forma de recuerdos, talvez su eco;
con formas de vida sin voz
o quizá la misma, vista en un espejo.


Y en su lenguaje rudo y silencioso
sin palabras ni gestos me dicen:
no busque fuera de ti, tus recuerdos
porque lo tuyo lo llevas dentro;
y es trabajo esteril y vano
perder el tiempo buscando:
fuera de tu contexto.


Los recuerdos sobreviven al cuerpo,
las palabras no se las llevan los muertos,
perviven en la mente de los vivos
y las repiten en sus recuerdos;
porque en cada uno de nosotros
hay un poco de los nuestros,
que están abriendo el camino
para nuestro viaje perpetuo,
y así poder encontrar el destino
en los límites de nuestro cuerpo.


Jecego.

Pido al Señor para las madres.

Para tods las madres.




















Señor, bendicelas,
bendicelas Señor,
ellas se merecen el honor
de rcibir tus esencias;

solo por su paciencia
merecen ser premidas,
además de ser preñadas
con la esencia de tu amor;

porque ser madre es
duplicar su presencia,
y eso necesita paciencia
y amor, mucho amor....

Dale Señor tu bendición
no seas tacaño al repartir
dando vida a sus niños;
que es el fruto de su ser
engendrado de su carño.

Dale Señor en su día
toda la luz de tu sol,
que ellas te darán su amor
en la majestad de sus hijos..

Dale Señor tu infinito sol,
ellas buscarán tu cobijo..

Jecego.

El viento como vecino y amigo.

El viento como vecino y amigo.

                                                      


















Una flor compartía su espacio
con un cardo seco al lado,
sus pétalos estaban heridos
por las espinas del cardo.


La flor trataba de evitar su contacto
apartando su tallo del cardo seco,
pero el rígido cardo no podía
evitar herir de la flor sus pétalos;
y cuando el viento lo movía
clavaba sus púas, en su cuerpo.


La flor estaba herida en su corola
y perdía los sus colores de cielo,
sus perfumes que estaban heridos,
estaban perdiendo su fuero;
por las heridas que su vecino
que sin querer clavaba en su cuerpo.


El viento seguía impasible, a su ritmo,
cumpliendo con su trabajo de mover
a las plantas, esparcir sus semillas,
llevar sus perfumes por doquier;

para que todos los seres de la tierra
disfruten del mismo placer,
así, cuando una flor pierde sus pétalos
otra está por nacer;


y ésta nacerá separada del cardo
porque su madre le enseñó sus heridas,
y la hija aprendió de su madre,
que de la vida hay que aprender.


Evitar las malas compañías
es sano por principio,
una manzana podrida, pudre a un cesto
pero un cesto de buenas, no salva a una podrida. (María de la Paz  Ruiz Rodriguez, de Gascón)


Jecego.

Madre.





















Madre,
quiero ser como tú
grande y sabia,
como el sol y la naturaleza
que duermen en tu alma;

porque nací de tí
llevo tus genes en la mía,
y quiero ser como tú
igual en cuerpo y alma.

Yo turbé tu descanso
cuando yo era tuya,
y tú, eras mía,
ahora somos dos
divididas en dos vidas;

pero quiero ser como tú
como dos gotas de agua,
de la misma lluvia
que caen juntas y se quiebran;

y sin separarnos
regaremos  a
la misma tierra,
donde nacimos
y nos criamos;

y regresamos a ella,
de donde salimos,
a dormir
en ella.

Jecego.

Piedra de sal. (de León Felipe)

Piedra se sal,
(de León Felipe)

















Tu estabas dormida
como el agua que duerme en la alberca
y yo llegué a tí
como llega
el agua que duerme
la piedra.

Turbé tu remanso y en ondas
                            de amor te quebraste
como en ondas el agua que duerme se quiebra
                            cuando
                            llega
a turbar su remanso dormida la piedra.

Piedra fuí para ti, piedra soy
y piedra quiero ser, pero piedra, pero piedra
blanda de sal
que al llegar a tí se disuelva
y en tu cuerpo se quede
                            y sea
como una levadura de tu carne
y como el hierro de la sangre de tus venas.

Y tu alma deje una sed infinita
de amarlo todo......y una sed de belleza.


Copiado y publicado por Jecego.

La Palmera.

La palmera abatida.



















Que tormenta tuvo que haber
para abatir a una palmera,
que con sus brazos extendidos
desafiaba a la tierra;
clavando en ella sus raíces
mientras extendía sus brazos al cielo.

Dios no quiso permitir
luchas entre sus hijos,
y mando a su guerrero el viento
a  poner paz en sus nidos;


hablo con la palmera primero,
luego con su fantasma el cielo,
y como ninguno quiso escuchar,
echo la palmera al suelo.


Ahora busca entre parajes
a su querido forastero;
porque sus alas no llegan
ahora tan lejos:


la tierra le ha limitado el agua,
y el sol, la luz a su cuerpo,
así ha pagado su ira
la palmera en el suelo.

Comerá sus propios dátiles
verdes en este tiempo,
porque al verse hermosa creyó
que su fin, no era terreno;


y quiso salirse de sus dominios
ignorando las leyes del universo,
y que Dios da a cada uno
su trocito de terreno.

A veces éste  no es bueno
y hay que trabajarlo,
para eso tienes tus raíces
tus ramas,
el sol,
el agua,
y tiempo,
mucho tiempo, para labrarlo,
pero nunca, desafiar al cielo.


Jecego.

Te llevo dentro de mí

Te llevo dentro de mi.

















Te recuerdo como trofeo
como lluvia de esperanza,
como musa, como viento
como un beso sin palabras.

Te recuerdo porque llenaste
un día, mi vida de confianza,
con aquellos besos que me diste
sacados de tu alma;

que dejaron en mi tu sello
de amor a mansalva,
hoy retenidos en mi ego
presos en mi alma;

te recuerdo aún, cuando en ti,
de amor……, no queda nada

Ayer lo repartías como trofeo
a cualquiera que te mirara;
hoy se te acabó el amor,
hoy, te sobran las palabras.

Porque nunca quisiste posarte
en una flor solitaria y amarla,
siempre fuiste de flor en flor
creiste que la vida era más larga.

Jecego.

El silencio.

El Silencio.

Que hermoso es el silencio
cuando se medita la espera,
cuando el amor se hace suspiro,
cuando la palabra se eleva;

el cálido y hermoso silencio.
deja un espacio vacío
entre el acto y su esencia:
porque el silencio es más elocuente
que la palabra más sincera.

La palabra es solo una marca o un signo
que ponemos a las cosas para conocerlas;
y el silencio es todo esencia sublime
que brota del pensamiento como perlas,

y engasta un collar de oro con rubíes
cambiando la palabra por su esencia;
y hace que crezca el silencio
en la inmensa soledad de la espera.


Si hiciéramos común el lenguaje del silencio
no volveríamos al paraíso de aquel lejano tiempo,
donde solo eran dos, y no se entendieron
condenándose por vida con un lenguaje de signos;

y hagamos como las perlas y los zafiros,
como el oro, rubíes y diamantes,
que con un lenguaje de silencio
son hermosos por los siglos.


Paremos el tiempo sin palabras
escuchemos la voz del viento,
hagamos un nido en nuestro pecho
donde nazcan sanos pensamientos;

y escuchemos la voz de silencio
del amor que llevamos dentro,
y condenemos las palabras que hieren
antes de lanzarlas al viento. 


Jecego.

La luz.

La luz.  (poema a la luz, solicitado por una amiga) 
(Dedicada a todos mis amigos)
(martes 20 de Abril 2010)




Tormenta sobre Tenerife.










La luz se acerca a su destino
mirándose en su propia sombra,
haciendo pasajero el tiempo
creado con la energía de sus ondas;

porque la sombra es el embrujo
que nace de la imagen donde choca
la luz, y se proyectan en el suelo
como remedo a su forma.


Cada fotón de luz que escapa
del sol en apariencia sin destino,
lleva consigo una meta
siempre con un objetivo:

conducir los cuerpos que vagan
que han perdido su camino,
buscando un espejo donde mirarse
para llevar la luz consigo
y en el suelo prolongarse…..

Cuando la luz llega a su destino
desnuda su apariencia luminosa;
construye las sombras que emulan
a partir de los cuerpos que la forman,
la figura que cerró el camino
a la luz que se convierte en sombra;
dando por finalizado su recorrido
convertida ya en penumbra.


Jecego.
La luz es una masa muy grande encerrada en una palabra pequeña.
La luz es una masa informe encerrada en un espacio desconocido.
La luz es la masa más hermosa del universo, presa en una palabra pequeña, no menos hermosa.
Jecego.


Vivo en un mundo oscuro, sin luz.

Señor, no me dejes solo





















Vivo en un mundo oscuro, sin luz,
en un espacio vacío de amor y ternura,
suplicando, siempre añorando un sol
que ilumine mi camino, ahora a oscuras;

hasta que se rompa la nube negra que me cubre
y deje pasar tu luz, Señor, de llama pura,
que ilumine mi vida y mi camino con tu frente
ya cansado de andar, por mi mundo a oscuras.


Cuando reciba tu luz, seré otro hombre
diferente al que ahora ocupa mi cerebro
que pensará diferente en el limite de mi cuerpo.

Señor, no me dejes solo que me puedo perder
en el camino oscuro de mi vida sin tu luz, ciego,
en las noches oscuras abrazadas a mi cuerpo.


En ese momento llenarás mi cuerpo oscuro
con la luz de tu sol, tu ternura y amor infinito,
y dejaré de estar solo en mi mundo vacío
porque Tú llenaste el espacio que había perdido.


Y te diré, Señor: gracias por dar luz a mi cerebro..


Jecego.


Hay que tener para poder dar.
Primero hay que llegar, para luego, volver a partir.
Hay que llevar la luz encendida para ver el camino.
El camino es la huella que deja un caminante.

El sol, y el cielo perdido.

El sol, y el cielo perdido.

(dedicado a un amigo que se ha ido).
    - para Domingo, el poeta león.-

















Últimos días de su andar.
El poeta era un sol, dueño de un cielo
con muchas estrellas a su alrededor,
que había cultivado como perlas y esmero,
pero fueron abandonando su calor;
y ahora, solo, triste,  viejo y agotado,
se siente lleno de pena, angustia, y dolor.


Es muy triste vivir como vive este señor
viendo llegar sin fuerzas, su dolor,
todas sus estrellas partiendo
llegando a su triste ocaso, Señor:

quedando en su pecho el resplandor
de aquellas estrellas que cultivaba
como perlas, o diamantes; con su sudor,
ahora dejando su pecho vacío; sin nada…..

Final del camino.
El tiempo arrancó de su pecho la fragancia
el sol, secó en sus venas su savia,
la noche, oscureció sus días
y su silencio, arrancó su alma.

Torrpe fue el hombre en silencio,
en su mundo, en su morada,
nunca quiso nada para él, lo compartió todo,
y ahora cuando su vida se acaba,
todo le abandona:
su suerte, su sol, su noche y su alba.


Ya el sol descendió a su arena
con sus rayos, calienta su playa,
el mar se acerca y la acaricia
para que él ponga sus plantas.


Sueño cruel, no castigues más su pecho,
deja descansar tranquila su alma,
que si no le ha salido bien, lo que hizo,
seguro que al despertar, mejorará su sombra;
porque el poderoso león, ha muerto solo,
sin llevar nada entre sus garras.


Y allá en los incógnitos mares
pescará con anzuelos y sus canas, 
la suerte que aquí le faltó
a la luz de la luna plateada;

que le abrirá caminos en el mar
e iluminará las arenas de su playa,
y talvez le acompañe una sirena
que venga a encontrarle al alba.


Jecego.

Don Pelayo.

Don Pelayo.
Nació hacia el año 680.
Murió en Cangas de Onis en 737.

   Era don Pelayo un jefe espatario, que estuvo en la batalla del lago de Janda, en la que pereció don Rodrigo, el último rey godo a mano de los árabes.
   Parece ser que don Pelayo no era godo, sino hispano-romano, hijo del duue de Cantabria. Ante la embestida de los árabes, que iban invadiendo el territorio hispano, hubo que acogerse a las montañas astures, donde los nobles refugiados le nombraron jefe.
   Entretanto los árabes, no contentos con haber ocupado una gran parte de nuestro territorio, trataron de extenderse a las Galias. Y fué cabalmente don Pelayo quien iba a contenerles y vencerles, en las estribaciones de los Picos de Europa.
El jefe árabe Muza ordenó a su lugarteniente Alkamah que se arriesgara entre los riscos para plantear batalla al jefe español. Éste les esperó en el desfiladero de Covadonga, sito en el corazón de Asturias.
   Llegó Alkamah con sus huestes, mientras el ejercito cristiano espiaba sus pasos desde las altas peñas del desfiladero. Fué una lucha grandiosa y primitiva. Los cristianos arrojaban contra las masas árabes enormes peñas, troncos de árboles y certeros venablos. (lanzas, hondas). Y como los de la Media Luna, metidos en el angosto desfiladero no tenían donde refugiarse ni ampararse de los enormes proyectiles, el descalabro que sufrieron fué espantoso. Por otra parte los árabes arrojaron sus flechas a la altura y como no hacían blanco caían sobre ellos aumentando así la derrota. Al fin tuvieron que huír, y en la lucha, perseguidos por los cristianos hasta Canga de Onis, quedaron ompletamente dehechos.
   Atribuida la victoria a la intervención de la Virgen de Covadonga, desde eentonces se le venera como Patrona de los astures.
   En el campo de Re-pelao (Rey Pelayo), el noble espatario fué elevado sobre el pavés (escudo) a los gritos de "Real, Real, Real" con lo que dió comienzo la monarquía asturiana en la persona de Don Pelayo.
   Éste estableció su corte en Canga de Onis, siguió guerreando ontra los moros, umentó el número de sus victorias y gobernó su reino durante diecinueve años
   Su cadáver fué enterrado en la Iglesia de Abamia, y posteriormente trasladado a la gruta de Covadonga.
   Don Pelayo comienza la guerra de la Reconquista, que durará ocho siglos. Primera victoria: Covadonga, año 718. Ultima victoria : Granada, año 1492. Dos fechas triunfales que no debemos olvidar.

Primavera y Otoño.

Primavera y Otoño.
doce de Abril del 2010.



Foto propia. Original.











Tengo un pequeño y verde bosque
donde cultivo mis amores y sueños      
un mundo de hermosos colores                 
durazno, manzano, peral y viñedo;         

sus flores son hermosas y variadas
sus pétalos, un arco iris de colores,
sus perfumes llenan mi  verde tierra
que envidian los viejos pinos del  monte.

Su tibia naturaleza se muestra
sentimental, atrayente, dadivosa,
se siente tan hermosa en su vida
que regalan  amor a las mariposas;

vuelan  las abejas,  llegan y liban
los néctares de sus flores hermosas,
que será la fuente principal y única
de la miel que endulza nuestra boca.

Y ejerce  sobre el valle: a su manera
mostrando su corona verde, verde,
y enseña al cielo, formas preciosas,
de ser, en la tierra, hermosa sede;
porque la primavera es para las plantas
lo que para la mujer, tener los  quince..

Pero...
Llegará el  malvado y feo Otoño
a contagiar con su sobria presencia,
toda la belleza del monte regio
para teñirle de grises, ...sin vida;  

a su semejanza, solo por rencores
parecido a la propia muerte fría,
borrando los verdes y las bellas flores
de mi bosque, que es toda mi vida.

Jecego.

Recordando.

Recordando.

domingo 11 de abril 2010.


















Foto de Google.



Yo soy de ti, tu juventud hermosa
porque tu primavera fue la mía,
guardo en mi pecho tu fragancia
y en mi mente,  tu alegría  tibia;

pusiste en mis manos tus pétalos,
y como rosa hermosa te quería;

tu perfume me embriagaba
toda tu belleza, me envolvia,
como aracnido maniatabas mis deseos
con  tu traje de seda curtida.

Fuiste mi cielo y mi infierno
de ti enanorado, solo vivía,
con el verde de tus hojas
y con el rojo de tu ira,
me mostrabas una aurora
seguida de rayos que herían;

yo no sabia distinguir
lo que era malo, de lo que era bueno;
te miraba a los ojos, y me seducias,
miraba a tu pecho, y me embriagaba,
todo me evolvia en tu silencio
en un trozo de cielo que guardabas;

cuando livaba las mieles de tus labios
y de tu suave y delicado cuerpo,
asomaban las espinas
que representaban el infierno;
y se acababa para mi la gloria
que me ofrecía todo tu cuerpo.

Me quedé muy solo  en mi jardin
se había ido mi mujer de hielo,
que se manifestaba como rosa
con sus espinas al  asecho.

Jecego.

Al borde del abismo.

Al borde del abismo.

Cambió de oipinión.



Foto tomada de Google.



Poema de mi cosecha.








Un hombre buscaba la soledad
en un errante ir y venir,
no le importaba vivir
solo buscaba soledad.


Un día encontró su ansiada meta
cuando desde un abismo, miraba al mar,
comprendió que su búsqueda había terminado
cuando vio desde la altura, la soledad.


Comprendió que la soledad es solitaria
no ayuda ni acompaña, es falsa y amarga,
solo nos avisa con ejemplos
porque no dirige la palabra.


Si el abismo es la soledad
donde sobran las palabras,
mejor es tener compañera
con quien tener alguna charla.

Jecego.

La razón es la mejor aliada de la esperanza.

Vivo soñando.

Vivo soñando.




















Sueño que despierto soy poeta
escribo poemas que alguien lee,
y me felicitan por mi labor
que agradezco, y con fervor,
aumento mi tarea de poeta,
para esa gente tan especial
que le da valor a mis letras;


y como yo vivo del aire, soy poeta,
sano por fuera, loco por dentro,
me apunto a esos momentos
de soñar, soñar y soñar;
porque se que al despertar
y descubra que solo ha sido un sueño,
sabré que es peor el remedio, que tengo,
que la triste realidad, por llegar;

y que será mejor seguir durmiendo
y escribir poemas sin parar,
que despertar y verme en la almohada
escribiendo, escribiendo, escribiendo....

Pero como soy libre y soñador
me compraré un bloc nuevo,
donde escribir mis recuerdos
y también mis aventuras;
que en suma son las locuras
que vivo mientras duermo,

Jecego.