Regreso a mi sombra.
Caminaba bajo un sol
abrazador
por una vereda que había
entre la hierba;
el sol alumbraba mi camino
y la yerba se abría sobre la
tierra,
ante mis pasos hacia un lugar
sin nombre,
donde nada me esperaba y yo
desconocía;
parecía una marioneta
andante,
un espantapájaros que se
movía,
una veleta sin viento,
apuntando a un punto,
con la mente fija en un lugar
desconocido
que me llevaba al norte donde
había un árbol
que me llamaba y brindaba su
sombra.
Por fin y con mucha suerte,
encontré el árbol,
me acerqué a él, le vi.
sonreír;
tendió sus rama y abrazó bajo
su sombra,
y me sentí elevado sobre de
mi mismo
como si aquella sombra, fuera mi madre
y aquel lugar, el sitio donde
nací…..
Jecego. Viernes 01 de junio
del 18.
No hay comentarios:
Publicar un comentario