No puedo vivir sin ti.

Tu presencia me da la vida
tus andares el aire que respiro,
tu mirada un conjuro de silencios atrevidos
que empuja mi sangre por mis vías.

Te imaginé en La Dehesa
estaba solo y entretenido,
te vestí de nubes de colores
y elevé con mis suspiros;

te vi volar sobre los pinos
sobre mi Valle y el océano,
posarte en el horizonte de colores
vestida con mi color favorito;

me miraste y te miré,
nos miramos y fundimos,
tu cuerpo de nubes de colores
con mi pensamiento ebrio de ti;

llegó luego el sol envidioso
y al vernos disfrutar nuestro encuentro;
hizo desaparecer el horizonte nuestro
con su poderosa arma, de fuego:

y allí acabó todo,
todo se hizo luz y sombra;
tu seguías siendo mi cielo
y yo en la dehesa, tu huerto..

Jecego. 19/01/18.







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