Sobre una higuera
un capirote cantaba;
era joven y su voz primera
la echaba al viento,
por si tenía suerte y su voz
llegaba a los oídos de una
princesa
que lo amara;
cantaba y cantaba el
jovenzuelo
cantaba que se desgañitaba,
pero llegó un viejo capirote
que le obligó a tomar el
vuelo;
se fue:
y desde su nuevo imperio,
cantó el joven capirote de
nuevo,
pero llegó el capirote viejo
que de nuevo abrió sus alas
de guerra;
el nuevo abrió las suyas y se
fue
lejos de la higuera.
Un año más tarde volvió el nuevo
a la higuera de sus sueños,
y de nuevo cantaba, ya con
voz de gallo,
el viejo no apareció,
y desde entonces se oye desde
muy lejos
la voz del capirote nuevo.
Y me dicen los que los vieron,
que de pico a pico se daban
de comer,
el joven capirote del cuento
del año pasado,
con una pajarita más joven ayer.
Jecego. 27 se diciembre del
17.
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