Desnudos


Desnudos.

Llevo al cielo por casaca
y así ceñido miro a la nada sin verla,
pero sigo,
el camino del viento escondido
bajo sus temblorosas alas;

y aparecen ante mí, tus ojos
que me miran y sin decir nada
alumbran mi camino
y te sigo:
cuanto ha crecido la hierba a sus orillas,
desde cuando no la pisaba;

tus ojos se abrieron como templos
y de ellos salió la luz de tu alma,
me dio su mano y caminamos juntos
tanto tiempo como duró su alba;

caminamos a ciegas de la mano
oliendo la hierba pisada,
hasta que la luz de tu memoria, alumbró la mía,
y nos perdimos juntos en la noche,

tú buscándome,
yo buscándote
hasta que nos despertó el alba,
que nos encontró imbuidos:

a mí en la casaca de tu piel
y a ti, en mis brazos, abrazada.
 

Jecego. 03/04/17.

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