Sin saber de dónde vengo
ni a donde voy.
Hoy vi amanecer al
silencio vestido de luz
con grandes nubes de colores
bellos;
sentí estirarse mi cuello
hacia el este
mientras el oeste aun
vestía oscuro verde,
y yo caminaba al sur buscando
verte
mientras dormías acurrucada en el norte bello.
Mientras despertaba de
aquel sueño,
que no supe si fue sueño, vivencia
grata,
o la dulce etapa vivida en
un momento
que iba sin dirección, buscando
tu cara;
sentí tu perfume envolviéndome
en tu pecho,
sentí al viento cantar en
mis oídos con esa voz
que solo se siente cuando
se ama en silencio
como la rosa al capullo
arrancado por el viento;
sentí un frenesí en su
canto, con sabor a ti,
y vi con la luz de tu
mirada a caminar en la noche,
y te encontrarte dónde
estabas acurrucada
en ese momento tan cerca
de mí; sin buscarte.
Jecego.
No hay comentarios:
Publicar un comentario