Memoria de ayer.
Recuerdo estar acostado en la
almohada de ayer;
todo es tiempo en la raíz del
pensamiento,
recuerdo estar mirado por dos
soles,
ver como su luz parpadeaba
y se perdía por momentos sonriendo
perdidos en el silencio de la
nada,
trotando sobre mi existencia
que miraba
como se estrechaba mi camino.
No es el fin del mundo pensé
todo empieza y se acaba un
día;
y fue ayer día en que se
diluyó mi sal
y se hizo mar, en la mar que
se creía
que era más allá del fin del mundo;
pero no es así, solo se acaba
la esperanza
cuando la fe falla, el
aliento termina,
y se va la luz del sol que te
alumbraba;
pero aún queda mucho que
andar y luz,
antes que se acabe el camino que debo andar.
Jecego. Lunes 10 de octubre
de 2016.
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