Como una nube.
Como una nube me inventaste
como un sueño te encontré,
y los dos sin cuerpo hicimos
el amor
en el refugio del Teide en un
sueño
creado por los dos, para los
dos.
Los pinzones azules nos
miraban
sin saber si había algo en el
lugar,
oían gracias al cielo como
viento en la roca
pero nada que diera sombra
percibían
y nos miraban como locos a
los dos.
Tu como vapor de lava movías
mi roca
y yo como un sueño me dejaba,
y se fue moviendo la noria
que habíamos creado los dos
sin cuerpo
con una canción de viento que
sonaba.
Ellos copiaron nuestros
sonidos
y canturreaban mirando al
refugio nuestro
su canción, imaginando
duendes perdidos;
mientras con mis manos
dibujaba tu contorno,
y con mis labios buscaba los
tuyos hechos llama
en la luz mágica de tus ojos
despertando.
Jecego. Domingo, 02 de
octubre del 16.
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