Un amanecer nuevo.
Cada mañana devoro con mis
ojos
el corazón de un amanecer
hermoso,
que acaricio y modelo con mis
manos
y doy luz con mi ojos;
con mi corazón lo muevo
y con mi voz, doy gracias
a Dios
por dejarme ver, ese amanecer
hermoso.
Durante el día lo disfruto
como luz del cielo, y cuando
llega la noche,
acaricio de nuevo su contorno,
quiero grabarlo en mi mente
para vivírlo de nuevo en un sueño primoroso,
con es gracia que me regalaron
tus labios
y esa luz brillante y hermosa
que me dieron tus ojos.
Quiero despertar de nuevo
con mis labios secos de soñar
con esa imagen
que modelé con mis manos, a
tu semejanza,
a golpe de martillo, en mi
fragua;
buscando tus caricias
y el agua de tus labios,
entre las nubes de cada
mañana
y acercarla con una mirada.
Jecego. Güímar, 01 de agosto
del 16.
No hay comentarios:
Publicar un comentario