Mi jardín está
sin flores.
No puedo plantar nuevas flores en mi jardín;
aún la tierra no está preparada;
no es fértil, está triste, seca, desconsolada y
aún soy un cuerpo inertes, sin vida
sumido en un claustro de sombras,
donde mis sueños se exaltan y desbordan
entre esa nube de estrellas que cubren la nada.
Siento frío, nada calienta mi piel,
se pierde mi mirada,
en ese jardín sin flores,
donde estás tú y todo es nada.
se pierde mi mirada,
en ese jardín sin flores,
donde estás tú y todo es nada.
Todo es noche, las flores no tienen color, ni perfume,
ni matices, ni esa empatía que había entre su cara y
mi cara.
Todo es silencio; todo flama, todo humo.
Todo es silencio; todo flama, todo humo.
Y a su pesar no calienta mi piel esa prodigiosa llama.
A veces quiero ser vértigo, humo o nada
antes que ser lo que soy, el espectro de:
un ángel sin alas, a la voluntad del viento.
Jecego.
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