Y pensé como nadie pensaba.

                                          Nubes sobre Güimar.

Llegué a la dehesa cubierta de nubes
y me hice invisible en su espesura,
respiré la fría y húmeda textura
en aquella sábana de tejido sin nombre. 

El viento cantaba en las ramas del ciruelo
donde las parras lloraban sin consuelo
lágrimas de impotencia, calladas
por el castigo que le propinaba el viento.

Y pensé como nadie pensaba, de ellos
que callados sufrían las inclemencias del tiempo;
entremezclaron cantos y lagrimas, en un momento
y se creo el argumento de la poesía que buscaba.

El viento se llevó la nube y llegó la luz del sol
y con ella, volvimos a la paz del alma,
se acababa la música de las ramas
y el canto triste de la parras, sus lágrimas;

mirándoles me quedé sin palabras
y pensé como nadie pensaba,
que el amor y la fe van de la mano
aunque siempre falte una palabra,  tu palabra....

Jecego

1 comentario:

Katy dijo...

O sea no me equivoqué, estas en la dehesa o sueñas con ella. El viento cuando sopla silba que da gusto.
"Y pensé como nadie pensaba, de ellos
y se creo el argumento de la poesía que buscaba." Tu cantas a lo que respira y a la piedra inerte.
Denotan mucha sensibilidad tus versos de hoy.
Bss