Adiós amigo, hasta luego.

           A mi amigo Vicente.
















Ten cuidado amigo, con tus andares 
que este camino del Malpaís no lo conocemos
están locas las veredas, y deambulan 
entre cardones, balos y esos riscos negros;
que fueron escoria de la montaña 
que han envejecido con el tiempo.

Las veredas van de Norte a Sur,
y de Este a Oeste, sin sosiego,
como viejos perdidos como nosotros
en los caminos del tiempo.

Ya no tenemos Norte, Sur tampoco tenemos,
aquí solos, sentados en el banco
vemos como pasa el tiempo.

Pasan las soledades, los olvidos y silencios
también alguna palabra que se quedó enredada
en alguna fibra de recuerdos.

Alguna sonrisa ligada a una arruga de la cara
se ha perdido y llega tarde al encuentro
de este trozo de vida de espalda a nuestro tiempo.

Nuestra memoria como la veleta
sigue siempre la dirección del viento;
va en cualquier dirección
como las veredas del cuento.

Pero nosotros aquí sentados
vemos pasar el tiempo a nuestra espalda; 
a veces oímos los tacones de una dama
pero no nos alcanza la mirada;
y se pierde de Norte a Sur entre lava 
como las veredas del Malpaís de la Montaña.

Amigo Vicente; 
no importa el tiempo, las veredas ni las piedras que hayan en el camino; porque nos volveremos a encontrar.
Jesús. (Jecego)

2 comentarios:

Katy dijo...

Pasan las soledades, los olvidos y silencios...
Pero queda en la memoria su recuerdo
Que maravilla de homenaje a tu amigo. A estas edades todas son despedidas pero como bien dices más que eso es un hasta luego.
Lo siento, seguro que era alguien muy querido por tí.
Bss

Unknown dijo...

Amiga Katy, gracias por tu comentario.
Vicente era vecino aquí y en Venezuela además de compadre.
Era padre de María Nieves Pérez, amiga en Facebook y vecina también.
Esta es la tercera vez que te pongo un comentario parecido a éste y se me borra. Espero que el cuarto permanezca. Un abrazo. Isidro.