Juana, gúimarera, que nos abandonó a los 106 años.


                                           Juana (Padilla). (La lechera) (106 años)


Madre luchadora que vistes
a tus hijos en la luz y en la sombra;
más dolor imposible
tu resistencia, nos asombra.

Para que nos sirve el tiempo
para que esa lucha tonta,
si el camino se acaba pronto
y tras la luz viene la sombra.

Tantos años vividos
tantos hijos criados,
tanta hambre compartida 
y tantos sueños truncados.

El tiempo rompió sus amarras
y el dolor asomó a su puerta,
tantas veces entraba
y otras tantas le quiebra;
en alta voz te llamó bendita
mientras te dejaba  su tristeza.

Un día que yo recuerdo
rompió el marco de su puerta,
y con su madera hizo al instante
una caja para Juana muerta;
y se acabo la historia de la lechera
que llevaba la leche de puerta a puerta.

Que importa la lucha por la vida
para qué luchar y tener hijos, ser madre y abuela,
si el tiempo lo borra todo y nos lleva;

Juana lo ha dejado escrito en sus calles
el tiempo nos trae señales de su gran pena
y ahí quedan sus hijos, cuando quedan.....

con su historia de más de un siglo
con sus cacharros a cuesta, sus medidas
y sin más cuaderno que su testa;

Juana, contigo te llevas gran parte
de la historia reciente güimarera 
ya no hay leche fresa, ahora, de cartón, en la nevera.

Jecego

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