Vendimia. Ejemplo de vida.

La vendimia.


Saqué fotos del amanecer
en un horizonte nublado,
sobre un cielo azul atolondrado
que no dejaba al sol aparecer;
y tubo que subir para ver
sus parras y sembrados.


Ya con su luz esparcida sobre las hojas
las parras me decían en silencio,
ahí tienes el fruto, nuestras uvas,
que fue el objeto de tu obra;
da gracias al sol por cubrir con su túnica
la clorofila de nuestras hojas,
principio y fin de la vida
de un amor que se desborda.

La tierra no sale de su tumba
pero desde ella nos regala la vida,
y aunque no tiene normas concretas
regala sus frutos a quien la cuida;
y como esposa del sol ilumina
a los hombres que la labran,
y les premia con sus frutos
en riguroso secreto;
teniendo al cielo por testigo
en este mundo hermoso y nuestro.


Y con cara de madre buena
me repite en silencio, muy contenta:
ahí tienes las uvas de tu cosecha
y haz buen uso de tu hacienda,
no deshagas lo que hemos hecho
yo la tierra, el sol, el agua y el cielo:
dando ejemplo a los hombres
para que vuelvan a sembrarnos de nuevo.

Jecego.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy bonita la poesía