Cuando se detuvo la Guagua.

Cuando se detuvo la guagua donde iba.
23 de Enero 2010.                         Jecego.

Vio pasar el anciano su vida a través del cristal
desde su juventud en la plaza de la Iglesia,
con María su prometida, luego su esposa
y sus hijos, hasta siete, que jugaban en la vía;
encontró la razón de vivir, en aquellos cuerpos
que dejaba atrás, en su viaje de partida.

Recordaba aquellos paseos por la plaza
apenas rozando las manos de María,
aquellas miradas que decían cosas
y aquellos corazones que en silencio latían;

sin voces que dijeran te quiero, o, te amo,
dejando que sus corazones hablaran solos,
envueltos en la sublime aurora del amor
en un rincón de su paraíso solitario.

La guagua seguía su camino hacia el infinito
con el viejo inmóvil envuelto en sus recuerdos,
recordaba el nacimiento de sus hijos, uno a uno,
y decía: bien venido a nuestra casa, hijo;

y se santiguaba dando gracias al cielo
por la bendición que le había enviado,
miraba a María sonriente en el lecho
y le decía: María: gracias; te quiero....

Continuaba su marcha el pobre viejo
envuelto en sus frágiles pensamientos,
cada vez más confusas las ideas
mucho más lejanas en el tiempo;

porque el cuerpo se le enfriaba
y moría la memoria en su cerebro,
con los colores y perfumes del jardín,
de María y sus siete hijos, en su pecho.

Cuando termina su viaje, conoce su destino,
dos palabras le dicen todo, “Dios mío”,
cuando ve en el andén de la guagua
 “su paraíso”, a María, y sus siete hijos.

Jecego.

1 comentario:

Náyade García dijo...

Que bello poema.
Te invito a que te pases por mi blog: http://amuva-reflexionesysentimientos.blogspot.com/ y recojas un regalito que tengo para ti.
Un abrazo muy grande y gracias por todo