Cuando el día quiere terminar su jornada.

Cuando el día quiere terminar su jornada.
14/08/08.


Aparecen en el horizonte y en el ocaso
las sombras grises que inician la noche,
haciéndose muy largas las sombras
de nuestros cuerpos en el porche;
que ya intentan ocultar al día
con el manto oscuro de la noche,
dando por zanjada su jornada
de dar su luz a los hombres.

Se rompe la monotonía de la luz
y aparecen nubes en el horizonte,
que representan una alborada
con aquella multitud de colores;
que hace bailar a las nubes
al son de su música y acordes.

No queriendo que el día termine
aparece la luna plateada,
llamando a la puerta de la noche
vestida con traje de gala;
hecho con hilo de plata y colores
que burlan a las nubes de la mañana,
y repiten en el horizonte su ocaso
en sus noches enamoradas:
porque la luna sabe mucho de amores
sale por la noche disfrazada,
contando a sus enamorados
algunas increíbles hazañas.

Se aventura en una noche muy larga
escribiendo su historia en el agua,
en ese mar que ella misma riela
con su vestido color de plata;
se va de paseo de la mano de sus amores
sobre sus caminos plateados en el agua,
hasta mañana que salga de nuevo el sol
y borre la memoria de sus playas.

Jecego.

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