Deseos

Quiero oír tu voz en la noche
recostada en tu almohada,
y quiero sentir tu piel en la mía
cuando la luna salga;
que tu voz se ahogue en mis labios
y cierre la puerta a las palabras.
que se queden dormidas para siempre
en el umbral de tu sala.

Quisiera ser la sangre de tus venas
para recorrer todos tus caminos,
por ver si encuentro mi destino
entre tus rincones perdido;
y acurrucarnos en ese rincón
tú y yo muy solos,
creando castillos en el aire
en un jardín para locos.

Y cuando nuestros cuerpos se junten
en silencio, sin palabras,
que llueva cuanto quiera
en ese mundo que nos ama;
porque nuestros cuerpos serán uno
envueltos en la sábana,
de una noche de ensueño
que nos regala la luna blanca.

Y esperaremos al nuevo día
con las luces del alba,
bailando entre sus nubes
rojas, azules y blancas.

Jecego.

Los deseos, a veces son sueños irrealizables: !pero cuesta tan poco soñar¡.

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