Isla. Mi Isla. Tenerife.

No soy tu dueño, pero como si lo fuera
te llevo dentro de mí, impregnando mi piel morena,
como navegante a la deriva
en busca de un cielo en tu tierra;
marinero que te llora, Isla,
que añora la presencia de tus hierbas
y tiene miedo del vacío
que hay entre el cielo y tu silueta.

Marinero soy de tierra adentro
marinero de tus caminos y veredas,
de las que se hacen al andar
sobre la verde y tierna hierba;
que tiene miedo a la mar
al bergantin y sus velas,
cuando en la noche mira al cielo
buscando guía en las estrellas;
añorando una imagen tuya
y abrazarme a tu tierra.

No me gustan los caminos de la mar
ni los surcos, ni la estela,
de los barcos que le surcan
con multiples banderas;
porque soy de tierra adentro
enamorado de tu silueta,
y aunque no soy tu dueño
para mí, como si lo fuera,
porque me vasta con pisar tu tierra
para sentirme dueño de ella.

Soy un marinero de esta Isla
de los que no saben nadar,
que busca cobijo en tus caletas
esperando que suba la mar;
para poder mojar mis manos
con su "dulce" agua salada,
marinero de tierra adentro soy
con la mar en mi espalda.

Jecego.

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