Hablo con el día y la noche. Mi tiempo.

Hablo con la noche y el día
donde guardo mis tesoros,
con su forma de baúl de recuerdos
compañero de toda mi vida;
no hay cofre mayor que sirva
para guardar tantos sueños,
porque la vida es solo un sueño
que dura toda una vida,
que además sirve de medida
de la resistencia de un cuerpo.

Soy la imagen de un sueño,
un suspiro de un pecho vacío,
una luz bajo los rayos del sol,
un azabache en la noche del tiempo,
un río que se pierde en el mar,
el viento que sobrepasa la colina,
una barquilla azotada por el viento
sin timón, a la deriva.

No soy nada, solo una voz sin palabras
que quiere hablar con la noche y el día,
y no encuentra el momento oportuno
ni la señal convenida;
para poder expresar a mi tiempo
con palabras sin silabas,
que mi vida es solo un momento
como la noche y el día,
y quiero dejar plasmados mis secretos
después de que acabe mi vida;
en el baúl de mis recuerdos
hecho con noches y días,
que es tiempo empleado
en madurar mi vida.

Jecego.

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