Quien no se cree necesario


Llegó el otoño con sus colores ocres en su transporte el viento; llegó la sombra de un sueño verde llamado primavera;
llegó el silencio obtuso que trasforma los colores de la tierra, en ocres sin vida en las ruedas del viento como transporte;
se fueron los pájaros quien sabe a donde buscado otros bosques, ahora oímos el grito de las hojas secas al pisarlas pidiendo clemencia por quien dio tanta sombra en su vida, ahora olvidada por el hombre que la pisa.
No me pises piden a gritos; soy ocre, amarilla como el oro, para la tierra su tesoro, para la vida el primer eslabón, principio y fin de todos los seres de la tierra, vengo con el otoño; 
soy hermano de la primavera; en alas del viento voy a buscar el invierno; y volveré a ser eso que tu quieres: sombra, flores y fruto para todos los seres que pueblan mi tierra.
Primavera, verano, otoño e invierno; ciclo de la vida;
ninguno viene sin el otro, son una familia muy unida.
Quien no cree que es necesario para otro, es que nunca estuvo solo.


Jecego.

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