Pescando amor.
Me fui a la mar por si
pescaba
una sirena solitaria,
pero la mar se puso brava
y las horas pasaban
al paso de las olas sin verla;
pasaron muchas, muchas, horas
y con ellas, la bonanza, y
vi como:
iba decreciendo mi
esperanza,
porque la sirena no llegaba,
pero si la noche que lo
borra todo
y con ella mi fe y esperanza
de encontrar una sirena y
pescarla.
A veces los sueños solo
son deseos
de conseguir algo que no
tienes,
que has perdido, que echas
de menos,
que buscas en el cielo y
no te atiende
y tratas de encontrar en la mar
como consuelo.
Jecego. 30/07/18.
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