La ruta de un día.
Cuando el día se va
deja su huella en el camino,
con las ruedas del tiempo
que van marcando los pasos,
por son debe pasar la noche
en su ciego deambular.
Llega la noche y pisa las
huellas
que le dejó el día bajo el
sol,
fue muy ancho el camino,
aunque sombrío,
larga la caminata a la sombra
del viento,
y aunque la vida es solo un
momento
que acaba de empezar;
ya está la mañana esperando
a que llegue el sol para
andar de nuevo,
pisar donde se ve, donde
llega la luz,
donde el tiempo descansa un
ratito
y deja soñar; con un nuevo
amanecer.
De nuevo, un precioso
amanecer nos guía
y nuestro caminar es plácido
de nuevo;
apenas pasado un momento;
cuando el día comienza a
morir,
llama a la noche en su
leguaje taciturno;
no se despiden, se abrazan,
se funden en un crepúsculo
para mañana, volver a empezar
de nuevo
Jecego. Sábado 31 de marzo
del 18.
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