Hoy no recuerdo nada de ayer.
Me levanté muy temprano,
me desvelé,
no recuerdo que me desveló,
me sentía nadando entre dos
aguas;
una playa, una ola grande, y una
luz
que se apagaba; nada,
solo nada era todo;
no recuerdo nada,
no me encontraba a mi mismo;
pero,
me vi con los brazos
extendidos al cielo
tal vez buscando
mi memoria perdida en mi
tiempo;
perdida, sola, en busca de mi
luz
en la espuma, entre las
rocas,
en la arena,
en el viento,
en mi sombra,
antes que el sol se vaya;
luego me buscaré a mi mismo
en la sombra de mi sombra,
quizá la encuentre en mi
propia memoria,
cuando vuelva, tal vez;
mientras, seguiré buscándome.
Jecego. Martes 20 de marzo
del 18.
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