Mañana seré un árbol.
No me abraces con tus brazos,
abrásame con el fuego de tus
labios,
quiero dejar mis cenizas a
tus pies
donde nacerá el árbol de tu
vida.
Seré un árbol muy verde, de
nueva vida,
con hojas azules como el
cielo, en claro día;
sus raíces como tu pelo
anclado a la tierra
abrazadas a la vida, mirando
al cielo.
Nada es solo verdad ni
mentira,
en todo, hay de todo mezclado
mirándose de reojo,
abrazados,
con los brazos extendidos
hacia arriba.
Abrázame con tus brazos a mi
espalda,
luego, abrásame con tus
besos,
haz que tu fuego me devore
hasta que mi cuerpo se haga
cenizas;
para renacer de nuevo desde
la tierra,
y volverme el árbol de tu
vida.
Jecego. 17/11/17.
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