No carguemos la bandera
de la razón como estandarte,
porque a veces se tiene y no
puede
demostrar su primavera;
esa razón hermosa de sus
colores
y ese perfume de letras
sueltas,
que se pierden sin llegar a
ser
la palabra que buscabas,
para perderse en el viento
como capullo
de aquella flor que
esperabas,
no siempre vuelve.
¡Oh sueño cuya esperanza voló
a un mundo desconocido!,
¡oh esperanza, que una vez
vencida
volaste con el sueño, y ya
perdida,
volvieron a ser sueño en su
nido, los dos!.
Jecego. Viernes 08/09/17.
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