Plegaria al viento.
Cual volar de mariposa
libando de flor en flor el
viento,
se lleva de la flor el
color en sus alas,
y el tiempo, que en sus
pétalos fue primavera
convierte el cálido verano
en infierno.
Oh, cálido viento quemante
en verano
no quemes las raíces de mi
huerto;
son las venas de mis
plantas que en primavera
llenan mi jardín de flores
y mariposas,
y tu con ellas polinizan las
palabras de mi sueño.
No tengo poder sobre ti,
eres libre como tu dueño,
tu eres gigante y yo
pequeño, pero libre y fuerte
y para vencerte, conozco
el remedio;
dejarte volar hasta que me
encuentres.
No provocare enfrentamiento
donde pierda, no,
lucharé desde mi cueva en
la montaña;
dejaré mi puerta abierta
para que al pasar
quede tu fuerza impresa en
la roca con tus alas.
Jecego.
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