Luna que plateas la noche.
Estoy aquí, en mi patio
mirando al cielo
casi desnudo, cubierto con
tu manto de plata,
al contacto limpio de la
piel de tu espalda fría
apartada de las llamas del
sol en su medio día
e inmersa en su noche
helada, cerca de Venus.
Preciosa y muy amada Luna,
lejana en el espacio
y tan cercana en el tiempo;
cuando mis ojos que casi
te tocan,
mi pensamiento te atrapa y
hace mío el momento
hasta que llega el viento
de la razón, te rapta y hace suya
y lleva consigo, al fondo
del tiempo.
Empieza de nuevo otro
ciclo de mi sueño,
y de nuevo, la amapola y
la albahaca se apoderan de mi,
y duermo en tu seno.
Vuelven los alisios de su
paseo sideral y abren tus párpados
que ven de nuevo, y aún siendo
el mismo sueño
crean otro sueño con nuevas fantasías,
y entre nubes y recuerdos
inventan flores nuevas,
nuevos sueños, nuevas
ilusiones;
y hasta otras flores con
perfumes nuevos.
Mi patio se hace bosque, jardín,
oasis y cielo
donde tú Luna, eres el
centro de mi universo,
donde se derraman mis
perfumes juntos a los tuyos,
enarbolan mis pensamientos
y vuelan contigo,
y en la cuna mis sueños;
crecen mis rosas.
Jecego. 28/07/17.
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