Solo ante el silencio me quedé.



Solo ante el silencio me quedé
mientras esperaba que volviera
tras los cristales de mi vieja ventana
viendo pasar al viento, que me miraba;

pero, siguió su curso impávido sin escala
llevándose consigo los restos que me quedaban
de tu mirada cálida, cuando partiste a tu trabajo
esta mañana, y dejaste la cálida luz de tu mirada;

pensé que bailábamos
al ritmo cansino de un mágico tango
que nos acercaba;
hasta que se acabó la música recién creada
en los brazos de nuestro silencio
y seguimos abrazados.

Y bailamos, bailamos, bailamos aquel son
hasta que volviste del silencio y hablamos;
entonces con la música de tu voz
y el cálido aliento del deseo, comenzamos
otro baile mirándonos a los ojos,
un poco, devorándonos con los labios,
 y otro poco con las manos;

mientras pasaba el tiempo seguía
girando la ruleta del amor
que no paraba…. y
bailamos….bailamos…


Jecego. 15/06/17.

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