Una flor al sol decía.


Una flor al sol.

Cuanto he perdido mientras te miraba
decía una flor al sol que le acariciaba;
cuanto he perdido, y cuanto he ganado,
mientras mi tiempo se iba cansado huyendo,
y mi rostro ganaba con el calor de tus manos.

En la vida se gana y se pierde
por ello hay que mirar a los dos lados,
en el equilibrio está la suerte de no perderse
en la abrupta noche de un sueño
en ese sueño que es la vida.

La flor tiene poca vida,
la vida poco tiempo,
y ésta es la razón por la que no hay que perderlo
divagando cada día
sobre que hacer con el tiempo.

Enciende en tu pecho abierto
la luz de la alegría y vive tu vida,
no dejes que el cansancio ni el dolor de priven
de vivir tu vida al sol y aire libre
en esa nube que te envuelve; y llámale amor.

Jecego.

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