Para que quiero el cielo
si no te tengo.
No temo al diablo por
amarte
ni a tu ángel de la guarda
por robarteun beso que no querías darme
y arranqué a tus labios ofendiéndote.
Tú pudiste evitarlo y no
lo hiciste
no luchaste por evitarlo y
dejaste
que mis labios se
acercaron a los tuyosy se fundieran en un sueño inexplicable.
Así que el robo no es
condenable,
ni siquiera es pecado
robarte aquel besocuando me llené de cielo al besarte:
yo volvería a hacerlo si
tuviera ocasión
de encontrarte y me encontrarasmandaría al diablo a los ángeles que te guardan.
Jecego. 03/05/17.
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