Perdido en mi barrio.

Perdido en mi barrio.

Yo iba medio dormido
a buscarle a su calle;
equivoqué mi camino
y entré en otro portal;
donde todo era silencio
y hablaban los detalles;
dos pirámides me apuntaban,
una boca me sonreía,
unos labios me invitaron
a romper la soledad
de aquel sueño tan grande;
me converti en galán
que no conoce el desaire
y despeje de mi sueño
entre la cabellera de tu aire;
acariciando unos ojos
que se hacían, más y más grandes
que cerraba con mis labios
hasta que el ansia se hizo hambre,
y nos comimos mutuamente
hasta límites insospechables,
cansados los cuerpos,
cubierta ya el hambre,
se hizo silencio en el lugar,
y dormidos caimos
de bruces en el catre.

Jecego.08/02/17.

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