Juventud, no te vayas.
Más allá de mi tiempo
fui rosa temprana,
y como tu fresca mañana
reía al ver pasar el
tiempo;
ahora veo que me equivoque
que aquel tiempo también
era mío;
lo dejé pasar sin saber a dónde
iba
reía y reía, sin saber
porqué;
hoy lo busco sin medida
perdido en el laberinto
del tiempo;
lo busco y siento triste
por no haberme dado
cuenta, a tiempo;
la vida es solo un momento
que hay que vivírlo
siempre;
mañana siempre es tarde
arroyo de las lágrimas que
se vierten.
De nada vale llegar a
viejo
si no tienes nada que
contar,
de esa vida que pasó por
ti
cuando iba en una lágrima
al mar.
No dejes pasar tu tiempo
cuando está en ti el
remedio;
ser feliz es un criterio
afortunado
que solo hay que empezar.
Jecego.
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