Pido al sol.
Jueves 25 de febrero del 16.
Salgo a caminar detrás de mi sombra,
el camino me lleva directamente al oeste,
a los pocos pasos me hizo guiños el este
nunca el sol quiso pasarme, en mi andar.
En el viaje llegó la noche y me oculté en ella,
el sol me descubrió rápidamente, pero calló,
le reconocí en mi sombra más larga en el camino
que a lo lejos parecía fundirse con las estrellas.
Me cansé, me senté en una roca y miré a mí alrededor
ya mi sombra había desaparecido, y comprobé
que se había ido con el sol sin decir adiós.
Me gustaría tener poder para hacerle volver
a seguir siendo mi guía en mi andar solitario
antes que llegue la noche y me pierda sin él.
Que quisiera ser mi amigo y acompañarme,
o al menos no abandonarme sin decir adiós,
y que a gusto o no, retornara a
buscarme.
Jecego.
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