Otro primero de noviembre.
Viene solo, su sol se quedó
en casa,
su cara está triste, gris, desconsolada,
quizá sea el espejo de su
alma.
Por la ausencia de su
compañía, anda,
más que andar, deambula por
el tiempo
buscando la vida que perdió
cuando soñaba.
Los días que pasan tristes
son tiempo,
que pasa sin vernos en la
sombra de la nube
de un incendio que borró los
demás días que perdimos.
Desde aquí, a la sombra de
este invierno, espero
en mi memoria, que pasen los
días que me quedan
hasta que llegue el día de luz
que quiero pronto.
Otro primero de noviembre.
Jecego. Miércoles 27 de
octubre del 16.
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