Yo solo soy la voz del
silencio.
Acabo de despertar de un
sueño,
de abandonar un recuerdo que
me dolía,
que me estaba consumiendo
lentamente
mientras me miraba en tus
ojos que ardían;
en esa fogata que da el amor
cuando despierta
de entre las brasas rojas
como la sangre;
buscando el camino que le
libre de su gesta
punto final de aquel sueño
por cansancio o por pena.
Y otra vez, como siempre,
recobraré al camino que perdí
buscándote,
desandaré mi camino cansado y
con pena
para encontrarme de nuevo tu
mirada ardiente
con aquellos ojos que me
miraban cuando ardían.
Jecego.
No hay comentarios:
Publicar un comentario