Memorias de ayeres.

Memorias de ayeres.

Aún recuero tener entre mis dedos
tu piel entregada al deseo;
y en mis ojos una imagen tuya
mirándome;
un calor transparente en mis labios
besándote;
el rumor de palabras que no se pronunciaron
por temor a perderse;
un temblor  en mi corazón
desbordándose;
una página en blanco llenándose
de suspiros y silencios
en un mundo extraño,
creado por nosotros mismos;
una copa de vino blanco
y un sueño que nos miraba
en aquel paraíso sombrío
donde no había más aire
que el nuestros suspiros
borrachos de tanto amarnos;
pero todo acaba
y llegó la hora de separarnos
con su angustia
una lágrima que se quedó helada en el parpado;
presa del sentimiento que le daba
el que hubiera terminado nuestro tiempo.


Jecego. Domingo 27 de marzo del 16.

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