La luz del asombro.

La luz del asombro.

Cuando de un hilo pendía mi memoria,
cuando sentado a la sombra de un sueño
sujetando el hilo invisible de mi historia,
una racha de viento se llevó mi tesoro
envuelto en palabras vacías muy lejos
a la guarida del viento, lejos de mi ventana.

Un brote de sangre transparente me bañó,
un corte suave y sonámbulo cortó mi aire;
apenas me sentía, apenas respiraba, moría,
mi me memoria se apartaba de mí, soñaba
no se qué, estaba viendo una ventana vacía
lejos de mi camino; con ella, lejos de casa.

Sentí el aire tan pesado que respirar no podía
el silencio me seguía, se había ido el viento;
me quedé vacío de todo lo mío y lleno a la vez
de pensamientos al borde de la locura
a la sombra de la palmera, frente a la ventana
que se había ido con el viento, a su cueva, lejos.

Jecego.

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