Entre mi cabeza y mis
pies.
(cima y sima). Poema número 1.605)
Entre
mi cima y mi sima
hay
un espacio infinito,
que
ocupa tu pensamiento
con
el mío compartido.
Entre
tu silencio y mi voz
hay
un secreto compartido,
que
no puede escapar
de
este espacio tuyo y mío.
Entre
tu cima y tu sima
hay
un espacio infinito,
donde
crecen nuestros amores
y
se hacen silencio los gritos;
donde
las caricias florecen
y
hacen nido lo lirios.
Entre
tu cima y mi cima
hay
unos labios heridos,
que
solo se curan con besos
de
tus dominios a los míos.
Entre
mi sima y tu sima
hay
un espacio reducido,
donde
se hablan los duendes
de
amores entredormidos;
esperaré
a que despierte
hasta
que su voz se haga grito,
y
pida al Supremo clemencia
para
este pecador embebido;
que
se haga luz en la noche
y
en el día se abra el río,
que
me traiga la fuerza en las aguas
cálidas
de tu río.
Jecego.
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