Hoy les regalo este poema
mañana les regalaré un cuento;
y entre poema y cuento les traigo
la llave de la cuna de mis sueños.
Me he hecho soñador de letras y las elevo
a ese cielo azul donde nadie pueda responder;
por inalcanzable en los deseos vacíos
de aquellos que les gustaría más, no leerlos.
Gracia de Dios hundida en mi sueño,
lugar donde el alma se hace canto;
luego llanto y luego silencio;
más tarde viento que se eleva y se pierde
más allá de las nubes oscuras de la tarde
para amanecer de luego con el alba como remedo.
Jecego
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