Con mis ojos como velas desplegadas al viento
pude ver espejismos e imaginar colores secretos;
aprendí que somos estrellas relucientes y sentimos miedo
de la oscuridad profunda de la noche; la veo y la siento.
Detrás llegó la luz del sol ardiente desde el cielo
clavando sus rayos sobre el océano con sus rayos de fuego;
el miedo desapareció con la luz del día envolviéndole
en su sábana sobre el mar que crece y se extiende.
Mis ojos buscaban colores más allá de sus límites
que se perdieron en aquella magia sin comprenderle.
La luz llegó sin avisar y llenó todos aquellos rincones
y como una espada de fuego lo atravesó todo sin herirle.
¡¡ Que belleza ante mis ojos, que ellos no comprenden¡¡..
El mar se llenó de colores azules y blanco hielo
y la noche se alejó dejando caminos sobre el mar;
desaparecieron muchas estrella, y en Güimar mi pueblo
se apagaron las calles para dar paso a la luz azul del cielo.
Jecego
He guardado esta imagen que me envía Carlos Cedrés.
Al que madruga, Dios le ayuda....
5 comentarios:
Buenos dias querido Poeta amigo, lindo tu poema y fotografia.
Doña Carmen como sigue, recuperandose?
Besos y cariños
Flor
Amiga Flor, gracias por tu comentario. Mi señora va mejorando lentamente; aún sigue en la USI, con sus mangueras, pero salio del coma y ya nos conoce.
Un abrazo de gratitud por vuestras palabras.
Isidro Jesús.
Bellísima foto y no menos bella los versos que las acompañan. Me alegro que tu señora vaya mejor.
Bss
Amiga Katy, gracias por tu visita y comentario.
Mi señora va mejorando lentamente, pero mejorando, esperamos que siga así.
No puedo hacer visitas, pues voy dos veces a Santa Cruz a verla y aunque solo mejan media hora, el viaje y las esperan devoran el tiempo.
Llego cansado como y me acuesto. Mis años no dan para más.
Un abrazo. Isidro.
Me alegro de corazón. Ahora ella es la importante y lo primero.
Nosotros y el blog puede esperar.
Y tu cuídate que ella te va a necesitar.
Bss
Publicar un comentario