Ten cuidado amigo con tus andares,
que este camino del Malpaís no lo conocemos,
están locas las veredas y deambulan
entre cardones, balos y esos riscos negros;
que fueron escoria de la montaña
y han envejecido con el tiempo.
Las veredas van de Norte a Sur,
y de Este a Oeste sin sosiego,
como viejos perdidos como nosotros
en los caminos del tiempo.
Ya no tenemos Norte, Sur tampoco tenemos,
aquí solos, sentados en el banco
vemos como pasa el tiempo.
Pasan las soledades, los olvidos y silencios,
también alguna palabra que se quedó enredada
en alguna fibra de recuerdos.
Alguna sonrisa ligada a una arruga de la cara
se ha perdido y llega tarde al encuentro
de este trozo de vida de espalda a nuestro tiempo.
Nuestra memoria como la veleta
sigue siempre la dirección del viento;
y se va haciendo ondas
como las veredas del cuento.
Pero nosotros aquí sentados
vemos pasar el tiempo a nuestras espaldas;
a veces oímos los tacones de una dama
pero no nos alcanza la mirada,
y se pierde de Norte a Sur entre lava
como las veredas del Malpaís de la Montaña.
Jecego.
1 comentario:
Tampoco está nada mal sentarse a tomar el sol con los amigos y de charleta recordar viejos tiempos. Lo importante, seguir teniendo la cabeza amueblada.
Bss
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