Memorias de los 80.

El hombre, (yo mirando desde arriba)  ya viejo y cansado subió a la Dehesa y miró hacia abajo, su pueblo, donde habían quedado todos sus recuerdos. 
Cerró los ojos y dejó que sus pensamientos viajaran por aquellos rincones que durante tantos años había pisado. Empezaron a pasar los números, luego  pasaron las palabras, los silencios y  por fin los sueños. 

Apenas habían pasado unas horas ya habían desfilado un millón de recuerdos.  
Más de 80 años decía, han pasado, en solo un momento. 
Nada ha cambiado en el medio, y en mi ha sido tanto el cambio, que de aquel joven apenas me acuerdo, y a este viejo que me acompaña, lo acepto, pero no es de mi agrado, porque no hace lo que yo quiero o lo hace a regaño: 
me dice que está cansado, 
que no puede, 
no lo recuerdo, 
y lo que más me incomoda es: cuando no alcanzo lo que lo que quiero, no me ayuda a cogerlo, se hace el loco y se aleja como si no fuera con él. Lo detesto....

Ayer pasó María por mi lado, la miré con los ojos de hace 60 años; la miraba como era entonces, esbelta, frágil y hermosa; le dije algo bonito que ella se merecía por su encanto;  y ella me contestó igual que en aquellos tiempos;  me quedé pensando, en la memoria que tiene María para repetir lo que me dijo en aquel momento....., tanto tiempo atrás.
Luego me llegó la luz y me di cuenta que no era ella sino yo, que me había quedado estancado en el tiempo. Que yo era el que estaba reflejado en el espejo de mi retina,   y el que pensaba era  aquel muchacho del que ya solo quedaban recuerdos.

La edad vista a distancia solo es una pirámide que cuanto más se eleva más difícil es levantar sus piedras, sus palabras, sus extremidades, y hasta su mirada a veces se queda dormida; aunque dicen que los ojos siempre son niños...

Jecego.. 

no mires más allá de tus ojos, donde nada es tuyo

la vejez es la biblia del hombre, donde cada palabra es un recuerdo

la memoria es todo lo que queda del hombre cuando la conserva 

un viejo empieza a vivir cuando comienza a recordar y comentar su vida

A partir de mañana 16 de Octubre del 2012, si llego, les contaré historias nuevas con ideas viejas, de un hombre de 81 años.

Jecego.