Cerramos nuestras bocas con un beso
para que no escaparan los ya dados,
dulces como almíbar, ardientes como dardos,
húmedos como profundo lago inmenso
donde duerme el misterioso pecado.
Cuando me besas siento como me roe
el almíbar de tus besos ardientes,
y buceo en la cueva de tu carne
donde crece y crece el amor
donde crecen y fecundan los besos;
ahondando en ese lugar de tu cuerpo
ahondando en ese lugar de tu cuerpo
donde el amor se desarrolla y crece,
donde la semilla se hacen seres
y los seres luego, crecen y crecen
adoptando cada uno, una forma diferente.
y los seres luego, crecen y crecen
adoptando cada uno, una forma diferente.
Todo aquello que fueron besos,
que fueron fuego amor y silencio
guardados en el castillo de tu seno,
hoy es ese doble tuyo y mio, a la vez
fuera de tu cuerpo y mi cuerpo.
Jecego.
Por favor, deja tu huella, tu comentario; tu silencio no me ayuda.
4 comentarios:
Hermoso, ardiente, apasionado y a la vez un canto a la vida y a la familia.
Bss
JECEGO , lindo poema ...
BEIJOS
BESOS
Gracias Katy, con esos cánticos tan hermosos cualquiera hace poesía.
Un abrazo mi amiga por toda es luz que pones en mi camino.
Jecego.
Gracias Jacqueline por tu comentario.
¿ Te estás preparando para las Olimpiadas?. Anímate,.....
Un abrazo mi amiga, gracias por tu visita.
Jecego.
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