Vorazmente busco sin suerte
algo que llevas tú, misterioso,
capaz de sembrar en mi pecho
la ansiedad que te muestran mis ojos.
Busco y busco desesperadamente
en tu cuerpo y en tu sombra, ese algo misterioso,
que me aprisiona en nubes de ensueños
ese algo que busco en ti silencioso.
Hay momentos que creo que lo siento
y lo veo, y que con mis manos lo toco,
y lo veo, y que con mis manos lo toco,
lo huelo, lo palpito, lo mimo y lo gozo,
y de pronto se desvanece como un sueño, en un soplo.
Desesperado lo agarro y lo retengo
apretando mis manos como un loco...
y sigo buscando con mis tibios dedos
y sigo buscando con mis tibios dedos
en tu cálida y misteriosa sima, lo más hondo.
Desperté de mi sueño y te miré
incrédulo, fatigado, absorto y dudoso;
de si fue sueño o desvarío, el deseo,
de buscar tu perfume en lo más hondo.
Jecego.
2 comentarios:
Precioso poema. Un saludo
Amiga Francisca, gracias por tu comentario; he visto tus blogs, me gustan, ya te comentaré cuando vuelva a leerlos.
Tengo una nieta que es maestra de infantil.
Un abrazo Jecego.
PD. Los poemas que escribo son solo mios.
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