Canto a mi tierra canaria.

                                                Guanche  güimarero, cantado al viento.


Al despertarme busco en mis raíces, tu huella
ese algo misterioso y suficiente que delate,
que yo, soy tu hijo, tierra mía y tú mi madre;

que me demuestres con tus genes, que soy tu retoño 
que mi vida no es de otro lugar ajeno a éste,
y que mis raíces, son tus raíces y las compartimos.

Canto al mundo tu grandeza y donaire,
a veces vuelan nubes con mis cantos en el aire
que se elevan para competir su altura con el Teide.

Cimas de sueños tengo contigo tierra querida,
que se elevan con mi canto de alabanzas
más allá del horizonte y del mar que te baña.

¿Si yo supiera como te hiciste mi madre,
que ese algo pudiera tocarlo y sentirlo
como te siento en mi pecho, tierra y madre?;

sería teniéndote, el ser más feliz del universo
sabiendo quien soy y como soy
con la madre que tengo.

Hay momentos que te imagino y te siento
como de carne y hueso por dentro; y te toco;
que tienes corazón y lo oigo, que está vivo,
que me quieres a mi, como yo a ti te quiero.

Jecego.

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