Damasco.
Tus ojos luceros de mi camino
iluminan mis pasos en mi andar,
y sin apartarse de este lugar
van marcando mi destino.
Y al cálido destello de tu luz
voy contando mi pasos ansioso,
por llegar a tus brazos primorosos
y fundir en tus labios la palabra amor.
No me importa cuanto tiempo pase
en llegar a nuestro destino,
siempre habrá un alto en el camino
y un recoveco para besarte.
Jecego
No hay comentarios:
Publicar un comentario