Soñé que tenía mucho frío, y me acurrucaba
entre tus brazos también ateridos, y te apretaba;
abrazados hasta la muerte, te balbuceé
al tiempo que del frío, me olvidaba.
Y pasaba el tiempo, pasó la nube baja
y yo seguía abrazado a ti, y tú callabas
consentidora o apasionada?, pensé:
sentí alivio en ti, cuando me mirabas
y exploté de amor cuando sentí
que tus brazos me apretaban también;
me sentí de amor repleto y comprendido
porque había atizado la llama del amor
que en tu pecho yo había encendido.
Y llegó la mañana con su luz y sus ruidos
un mirlo cantaba cerca de mi ventana;
se acabó el frío y terminó mi sueño
y muy triste solté la almohada...........
Jecego.
2 comentarios:
Hola mi bello amigo, que sería de nosotros sin los sueños?
Que sería del poeta sin la imaginación y el sueño de por medio?
Maravillosos versos, te dejo un fuerte abrazo a la distancia.
Amiga Cristina, gracias por tu comentario lleno de paz y armonía.
Vi tus poemas llenos de vitalidad y sentimientos.
Un abrazo por compartir.
Isidro.
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