No hay cosa que haga tanto daño a una nación como que la gente astuta pase por inteligente. Francis Bacon.

Aquel cuya sonrisa le embellece es bueno; aquel cuya sonrisa le desfigura es malo.  Proverbio húngaro.

El público siempre está equivocado en el detalle, pero nunca en el conjunto. Johann W. Goethe.

Es suplicio verse privado de cualquier cosa. Pero verse privado de todo es un gran alivio. Sacha Guitry

Vive con los hombres como si Dios te mirase; habla con Dios como si los hombres te oyesen. Séneca.

Ninguna prueba de inteligencia supera a aquella de ver al mundo tal como es y encontralo bueno. Henri M. de Montherlant.

Mirad, en la vida no hay soluciones, sino fuerzas en marcha. Es preciso crearlas y las soluciones vienen. Antonie de Saint-Exupery

Los sentimientos y las costumbres que son base de la felicidad pública se forman en el hogar doméstico. Mirabeau.

El hombre verdaderamente libre es el puede rechazar una invitación a comer sin excusarse. Jules Renard.

¡Cuantos en las cortes tienen oficios preeminentes, a los cusales en una aldea no les hicieran ni alcalde!
Fray Antonyo de Guevara.

1 comentario:

Carmela dijo...

"El hombre verdaderamente libre es el que puede rechazar una invitación sin excusarse."
Esta frase me parece ampliamente ilustrativa.
Cuando uno aprende a decir lo que siente y a actuar en consecuencia queda en evidencia la absoluta libertad.