Historia de un hombre que murió soñando.
Un señor ya mayor sentado en una piedra del camino pensaba en su vida pasada.
Ya atardecía, se había ocultado el sol, empezaba a hacer frío, se apreto su chaqueta contra el cuerpo y dejó volar su imaginación con la mirada fija en el horizonte;
el ambiente era apropiado para hacer un recuento de sus días de amor.
Empezaron a pasar por su cabeza
momentos vividos en horas lejanas,
con alguna novia que llenó con su belleza
su corazón en su edad temprana;
ahora empobrecido por naturaleza
con su vida ya estéril y cansada,
quiere llevarse recuerdos sublimes
algo que haga feliz su marcha,
en su camino de crepúsculos
del anochecer que le aguarda.
De pronto apareció un hada a su lado
muy parecida a la novia recordada,
revivió el hombre momentos grabados
en su memoria temprana;
y se fue por el camino trazado
en la tenue luz de su ocaso,
abrazado al cuerpo de cristal
del hada que suplantó,
a su novia amada.
Jecego.
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