MIS POESIAS

Poesías del mes de Mayo. 1º de Mayo.


Tú eres el jardín de mi vida
el reloj que marca mis horas,
el sol que lo alimenta
y el aire perfumado de mis rosas;
todo controlado por el tiempo
de mi reloj a todas horas.


Es el reloj quien marca el tiempo
del árbol su fruto y sus hojas,
quien pone y quita sus ramas
quien pone y quita su sombra;
quien pone la rosa en el rosal
y en el trigal, la amapola.


A veces me acurruco en un rincón
de mi jardín soñando a solas,
y dejo pasar el tiempo
sin mirar en mi reloj la hora;
dejando que un árbol, tu árbol,
me de la sombra de sus hojas.


Porque me gusta recibir
de mi jardín su fresca sombra,
mirar las flores que le llenan
de perfumes y alfombras;
compartiendo con tu recuerdo
la aurora de mis rosas.


También despierto a veces
en un mundo de zozobra,
y me refugio en tu recuerdo
y dejo pasar las horas;
de mi reloj que se ha dormido
en un mundo de auroras,
inmerso en mi jardín
contigo y mis rosas.........


Jecego.




Mi isla es mi madre, mi fuente,
mi casa y mi vida,
también es el rosal
que nunca vio sus rosas;
pero se libró del reloj
que quiso marcar sus horas.


A mi nieta Laura. 01/05/08.


Mi vida es una historia de viejos
de esos que escriben cuentos en la roca,
porque no quieren que se los borre el tiempo
o se entierren en una profunda fosa;
porque sus cuentos son sus vidas
y sus vidas para ellos, una rosa.


Rosa como la que acaba de llegar
de los Madriles en buena hora,
allá estudia, aquí suscribe
mis palabras con sus obras;
hablando maravillas de su abuelo
colgando en las paredes, sus notas.


No hace falta ser docto en la materia
si tienes corazón y sentimientos,
para hacer lo que yo hago: poesía
solo hay que tener buenos nietos;
vivir en armonía con el tiempo
y tener los nietos que tengo,
escribir lo que te dicta el corazón
y poner palabras, a los recuerdos.


Jecego.




Mi cuerpo es España
España es mi cuerpo,
repartido entre mis células
que trasladan mis nietos;
a Madrid, La Laguna, Candelaria,
y algo perdido, el resto.


En mi sangre llevo el amor
las palabras en mi cerebro,
mis nietos llevan mi vida
en el baúl de los recuerdos;
haciendo mi vida grande
como España en su tiempo,
que nunca se ponía el sol
según los libros de texto.


Ahora es todo diferente
la gente se ha multiplicado,
y vivimos muy apretados
con el sol por el poniente.






Madre, hoy es tu día.


Me gustaría ser como tú
que me hablas sin palabras,
tus miradas son como voces
que oigo en silencio, en mi alma,
me dices cuanto me quieres
con tus ojos, sin palabras.


Como emergida del perfume de las flores
con la voz silenciosa de tu mirada,
siembras tus colores y perfumes
en mi pecho vacío de palabras;
haciendo brotar tus semillas de amor
en el huerto fértil de mi alma..


Y por eso madre, te doy las gracias,
porque con el amor que emerge de tu pecho,
en silencio, sin fatiga y sin palabras
sembraste en mi corazón un jardín,
con las flores que te gustaban;
hoy te las traigo en mi pecho floridas,
con colores y perfumes que embriagan
las que en mi pecho sembraste un día.


No con la intención de pagarte, si decirte,
que el jardín que sembraste en mi pecho,
lo copiaré para enseñar a mis hijos
lo que es el amor de una madre.


Jecego


Origen de la celebración del día de la madre.


Las primeras celebraciones del Día de la Madre se remontan a la antigua Grecia, hacia 250 años antes de Cristo y Roma, donde se rendían honores a Rhea, la madre de los dioses Júpiter, Neptuno y Plutón. Los romanos llamaban a esa celebración, La Hilaria. Se celebraba el 15 de Marzo en el templo de Cibeles y durante tres días se hacían ofrecimientos. Los primeros cristianos transformaron estas celebraciones en la Diosa Madre en honor a la Virgen María, la Madre de Jesús.

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